Los jefes de bloque opositores al gobierno enviaron una misiva al presidente de la cámara baja para frenar todos los proyectos de ley

El triunfo de Mauricio Macri en el balotaje de este domingo ya alteró el clima en el Congreso de la Nación, donde la oposición intentará impedir el avance de numerosos proyectos del kirchnerismo a escasos 17 días de que la presidenta Cristina Kirchner deje el poder.

Sucede que, a pesar de la derrota del candidato oficialista, Daniel Scioli, el Frente para la Victoria pretende someter al tratamiento en comisiones de la Cámara de Diputados una cargada serie de proyectos de distintos grados de envergadura.

Incluso la intención del kirchnerismo antes de la segunda vuelta electoral era jugar sus últimas cartas celebrando una nueva sesión especial este jueves, aunque la convocatoria aún no fue formalizada.

Este avance de iniciativas –entre ellas, ni más ni menos que la creación de la empresa estatal Yacimientos Carboníferos Fiscales- es el que pretenden frenar diputados de la oposición, que enviaron una nota al presidente de la Cámara baja, Julián Domínguez.

La misiva fue firmada por el jefe del bloque radical, Mario Negri; el actual titular de la bancada macrista, Federico Pinedo; su sucesora en ese cargo, Patricia Bullrich; la renovadora Graciela Camaño y Fernando Sánchez, de la Coalición Cívica.

Se trata de la primera movida que unifica a las fuerzas que integran el frente Cambiemos en la Cámara de Diputados –donde formarán un interbloque propio-, sumando al massismo, cuyo apoyo será disputado también por el kirchnerismo.

En la carta, los diputados de la oposición le solicitan una reunión a Domínguez para este martes, y le transmiten “la necesidad de llevar adelante una transición ordenada y responsable”. Trascendió que el presidente de la Cámara baja dio curso a la nota y los recibiría este martes al mediodía.

Los legisladores expresan “lo inconveniente que resultaría proseguir con una agenda parlamentaria durante tan pocos días si la misma no está vinculada estrictamente a la transición del cambio de gobierno, con todo lo que ello significa”.

“Estamos en presencia de un cambio sustancial que no solo significa un reclamo parcial de esta Cámara, sino el inicio de un nuevo gobierno que expresa un signo político distinto del actual”, evalúan los opositores.

Por último, sostienen que “es de supina responsabilidad y de básico sentido común que la política argentina y este Parlamento deben estar a la altura de circunstancias para comenzar un nuevo período de gobierno fundado en el diálogo y en la búsqueda de consensos”.

En este sentido, los diputados piden que, en caso de que la intención de sesionar siga firme, se ponga a consideración un temario acordado entre las distintas fuerzas, algo que pocas veces sucedió en estos últimos años de gobierno kirchnerista.

Sin ir más lejos, la última sesión –que fue especial- sufrió la retirada de todos los bloques de la oposición por la manera con que se aprobó la designación de los camporistas Julián Álvarez y Juan Ignacio Forlón en la Auditoría General de la Nación, donde todavía no pudieron asumir.

La respuesta del otro lado no se hizo esperar: “Nosotros gobernamos hasta el nueve de diciembre”, replicaron desde el bloque del Frente para la Victoria que ratificó su convocatoria a la sesión del jueves para tratar los proyectos que apuntan a recrear YCF para respaldar emprendimientos productivos como la misma de carbón de Río Turbio para la producción energética; empresas recuperadas como el Hotel Bauen tras la deserción y quiebra empresaria que dejó sin trabajo a sus empleados en plena crisis de 2001; la indemnización a los ex trabajadores de Gas del Estado que no ingresaron al régimen de Propiedad Participativa tras la privatización menemista, o la primera vez que por ley se aplica el derecho constitucional (incorporado a la Constitución del’57 y ratificada en la reforma constitucional del ’94) de la participación en las ganancias anuales empresarias de las privatizadas empresas telefónicas y de los canales de televisión.

Una muestra que el kirchnerismo no sucumbirá ante la presión opositora que en el último año del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner intentó bloquear en el Congreso o buscó paralizar con la judicialización de cada propuesta del Ejecutivo y del oficialismo legislativo. Batallas parlamentarias que continuarán aun después del diez de diciembre tras el recambio presidencial que decidió la ciudadanía, que también definió en las urnas la actual y futura composición del Congreso, donde el FpV sigue siendo la primera minoría en Diputados –supenado en número a todo Cambiemos– y mayoría con quórum propio en el Senado.

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