Mauricio Macri
El presidente Mauricio Macri enfrenta su momento más duro.
Por @gabrieleiriz
Más tarde o más temprano las cosas se ponen en su debido lugar. Como dijo Abraham Lincoln alguna vez “Se puede engañar a todo el mundo algún tiempo…se puede engañar a algunos todo el tiempo…pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo” y la ficha siempre salta por algún lado, en algunas ocasiones -como en esta- por el menos pensado. Lo que no pudo la violencia y la represión desplegadas sobre mujeres, trabajadores, maestros y estudiantes, y tampoco la feroz transferencia de recursos desde el sector asalariado hacia los más ricos y concentrados; ni siquiera los escandalosos hechos de corrupción y conflictos de intereses, ni los reclamos locales e internacionales por la libertad de presos políticos como Milagro Sala o la persecución judicial a quienes osan pensar diferente y enfrentar al gobierno, tampoco las cientos de miles de familias que perdieron el sustento al quedarse sin empleo junto con pequeñas y medianas empresas que poco a poco van bajando sus persianas producto de la fenomenal caída del consumo; nada en 16 meses pudo cortar el blindaje mediático que ostenta el gobierno Nacional y probablemente nadie hubiera imaginado que finalmente la ficha iba a saltar por el lado de la cultura.


La torpe operación de prensa que armaron entre la jefatura de Gabinete y el ministerio de Cultura, motorizada por los periodistas Eduardo Feinmann y Alejandro Fantino que se prestaron a tan burda maniobra maquiavélicamente diseñada para ensuciar a un funcionario -el titular del INCAA, Alejandro Cacetta- que no se quiso prestar a las políticas de ajuste y vaciamiento que impulsa el Ejecutivo en todos los ámbitos del Estado terminó por pegarle de lleno al macrismo; por lo estúpido, ridículo y berreta del armado contra el productor de cine.

Hasta el más distraído consumidor de información se dio cuenta que algo no estaba bien. Incluso el hecho que un promotor y defensor acérrimo del gobierno como es el director cinematográfico Juan José Campanella, quien salió rápidamente a repudiar la maniobra; abrió finalmente los ojos de un amplio sector de la sociedad que vio de buenas a primeras cómo el ‘nuevo relato’ se desarmaba inexorablemente frente a ellos, y observaron lo que finalmente ya no se puede ocultar: la realidad detrás del blindaje.

Todo el colectivo que envuelve a la Cultura salió del clóset y puso el grito en el cielo para defender la continuidad de la actividad y el cine argentino. Denunciaron enérgicamente la maniobra que esconde esta decisión tomada en el INCAA, que no es otra cosa que una cara más de la misma moneda: el vaciamiento del Estado en manos de un grupo de inescrupulosos que se esconde detrás de la política para motorizar oscuros negociados. No pueden ir por todo y pretender que pase desapercibido.

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Por este accionar reprochable, referentes de toda la industria audiovisual argentina organizaron una reunión en el cine Gaumont en la que expresaron su rechazo por las medidas que el Gobierno tomó en el INCAA y el Enerc y debatieron los pasos a seguir para “defender” al cine nacional.

Lo que sucedió con Cacetta no es diferente a lo que hicieron con Isela Constantini, en Aerolíneas o con Carlos Regazzoni, en el Pami. Todos funcionarios afines al proyecto político del presidente, pero con algún límite ético que no les permitió prestarse a un juego perverso de persecución y vaciamiento, cada uno en su ámbito y que terminaron eyectados como piloto de avión de guerra a punto de estrellarse.

Mediante un comunicado difundido a la prensa, la Cámara Argentina de la Industria del Cine, la Asociación General de Productores, la Cámara de Distribuidores Independientes de Cine, el Sindicato de la Industria Cinematográfica y la Academia, la Unión de la Industria Cinematográfica, Proyecto Cine Independiente y Directores Independientes Cinematográficos, entre otras entidades, manifestaron que “el pedido de renuncia (de Alejandro Cacetta) resulta sorpresivo y supone un cambio en el concepto de institucionalidad y transparencia que, desde el Ministerio de Cultura, se impuso oportunamente al momento de elegir a las autoridades del INCAA”.

El texto señala que «Cacetta llegó al cargo a partir de un consenso general de toda la Industria que postuló su nombre en una asamblea democrática en acuerdo con el Ministerio de Cultura de la Nación, un hecho sin precedente en la cultura nacional” y agrega que «conocemos la integridad profesional y personal del presidente del Incaa, y rechazamos las imputaciones de supuestas irregularidades o hechos de corrupción que, con absoluta liviandad y falta del rigor, fueron formuladas públicamente”.

Los organismos destacan que durante la gestión del funcionario se puso en marcha «la Cinemateca Nacional (Cinain), el ambicioso plan de formación de público y generación de audiencias, llamado “Las escuelas van al Cine”, la puesta en valor a los Espacios Incaa, Incaa TV y la plataforma Odeón, rebautizados hoy como Cine.ar y el Plan de Fomento 2017 realizado con el aporte de todo el sector”.

Finalmente, denunciaron que “la toma de decisiones sin consenso ni diálogo, no hace más que replicar prácticas que hay que abolir de una vez y para siempre, si lo que se busca como país es tener un proyecto de mediano y largo plazo, industrializado, económicamente sustentable y culturalmente desarrollado”.

Pero aquí no termina la historia, un texto emanado también por la industria y difundido por redes sociales, explica cómo funciona y se financia el Instituto del Cine y detalla el mecanismo utilizado por el gobierno para mentir deliberadamente y engañar a la sociedad con la complicidad de los medios afines al oficialismo.

En el texto se aclara que el Fondo de Fomento de Cine es autárquico. Es decir, que se autosustenta. El dinero no sale de impuestos, sino de inversiones privadas y de imposiciones a multinacionales del sector audiovisual (cines y cadenas de cine, televisión, radios, cableoperadores, etc.). A estas empresas audiovisuales se les cobra por el derecho a operar y hacer negocios en el país. Ese impuesto va al cine, o sea que sale del cine y vuelve al cine… pero al nacional. Así es cómo el INCAA financia los festivales, las películas y actividades.

«El INCAA regula, da trabajo a mucha gente y financia el Cine argentino, definiendo los proyectos por medio de concursos. Gracias a eso existe el Cine Argentino, que nos representa en los festivales de todo el mundo y lo ha hecho reiteradas veces en la entrega de los Premios Oscar. Al no existir una industria tan fuerte en el país, es imposible competir con Hollywood. Por eso, no somos el único país que posee un Instituto de Cine. También lo tienen Francia, España y Colombia, por dar unos ejemplos».

El texto denuncia la existencia de una campaña mediática que intenta confundirnos y hacernos creer otra cosa. El primer paso, fue difamar al presidente del INCAA. El segundo paso -continúa- será quitar el impuesto a los cableoperadores, o sea transferir esos recursos a las multinacionales. Si esto sucede, el fomento al cine va a desaparecer y chau cine argentino y el trabajo de miles de personas y familias.

El INCAA se convertirá solo en un regulador de las corporaciones de afuera y no será mas impulsor de nuestro cine.

¿Cómo pretenden lograr esto? Teniendo apoyo de la ciudadanía. Y para eso mienten, amando operetas plagadas de mentiras. «Haciéndonos creer que al INCAA lo bancamos con nuestros impuestos. En esa campaña mentirosa, utilizan falsas denuncias de corrupción, para controlar su presupuesto y vaciar Instituto.

«Si los ciudadanos engañados acompañan esto, el ente dejará de ser autárquico y los fondos dejarán de financiar nuestro Cine».

De modo tal estimado lector, insisto en el concepto que inicié este artículo; la ficha salto por el lugar menos pensado, quizá porque se subestimó el compromiso del mundo de la cultura con su actividad, quizá porque la acumulación de acciones contra trabajadores, maestros, abuelos, y una parte muy grande de la sociedad, colmó la paciencia de quienes observaban de lejos pero no decían nada al respecto, o tal vez por esto que recitaba el hombre que rompió las cadenas de la esclavitud -y valga como una parábola para los argentinos- «no se puede engañar a todo el mundo, todo el tiempo». Es la cultura, estupido.

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3 Comentarios

  1. Bueno, al fin se dieron cuenta como opera esta gente, con mentiras que, lamentablemente le gente cree, pero bueno, me alegro que se les haya caído la venda de los ojos.

  2. Esto escribió un comentarista de Politica Argentina respecto del tema Campanella:
    Dan Dan
    no confundan ni piensen que Campanella se volvió opositor o critico del gobierno, nada mas alejado de la realidad, lo de su tuit en defensa de Cacetta forma parte de las luchas intestinas del PRO.
    La cosa pasa porque uno de los mejores amigos de Marcos Pena, Enrique Avogrado uno de los popes del Emprendedurismo y la llamada economia naranja uno de esos nombres pomposos que le gusta al neoliberalismo que en realidad suponen flexibilizacion laboral y privatizacion de la cultura.
    Este junto a Robespierre Pena vienen haciendo hace un tiempo ya presión para que Avelluto renuncie y le entregue el manejo del ministerio de cultura a otro egresad odel Newman y de esa manera continuar con sus negociados que arrancan ya en la gestión municipal de Macri con la creación del Centro Metropolitano de Diseño.
    Como todo sabemos Marcos Pena es el responsable de la mayoría de las bajas de la gestión PRO y ahora lo tiene entre ojos a Avelluto quien a modo de manotazo de ahogado hizo la denuncia que hizo y seguramente con razón, lo que supone un tiro por elevacion a Marquitos quien ni lento ni perezoso saco el tanque de Campanella para contratacar.
    En resumidas cuentas lo de Campanella hay que entenderlo como la voz de Marquitos, es decir cumpas no se enganen el pelotudo de campanella es mas macrista que nunca y de paladar negro.
    Esto lamentablemente no lo lei en ningun diario ni comentario y deberian saberlo.Esto escribió un comentarista de Politica Argentina respecto del tema Campanella:
    Dan Dan
    no confundan ni piensen que Campanella se volvió opositor o critico del gobierno, nada mas alejado de la realidad, lo de su tuit en defensa de Cacetta forma parte de las luchas intestinas del PRO.
    La cosa pasa porque uno de los mejores amigos de Marcos Pena, Enrique Avogrado uno de los popes del Emprendedurismo y la llamada economia naranja uno de esos nombres pomposos que le gusta al neoliberalismo que en realidad suponen flexibilizacion laboral y privatizacion de la cultura.
    Este junto a Robespierre Pena vienen haciendo hace un tiempo ya presión para que Avelluto renuncie y le entregue el manejo del ministerio de cultura a otro egresad odel Newman y de esa manera continuar con sus negociados que arrancan ya en la gestión municipal de Macri con la creación del Centro Metropolitano de Diseño.
    Como todo sabemos Marcos Pena es el responsable de la mayoría de las bajas de la gestión PRO y ahora lo tiene entre ojos a Avelluto quien a modo de manotazo de ahogado hizo la denuncia que hizo y seguramente con razón, lo que supone un tiro por elevacion a Marquitos quien ni lento ni perezoso saco el tanque de Campanella para contratacar.
    En resumidas cuentas lo de Campanella hay que entenderlo como la voz de Marquitos, es decir cumpas no se enganen el pelotudo de campanella es mas macrista que nunca y de paladar negro.
    Esto lamentablemente no lo lei en ningun diario ni comentario y deberian saberlo.

  3. Ciertamente el cineasta sigue siendo más macrista que nunca. Pero el punto es el repudio de la comunidad artística en su conjunto. Esta opereta berreta le pega de lleno al gobierno ante la opinión pública, porque desnuda el modus operandi que manejan desde la Jefatura de Gabinete.
    Saludos y gracias por leernos!!!!

    Gabriel E

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