Soldado Argentino sólo conocido por Dios está centrada en el drama humano de tres jóvenes de un pequeño pueblo de Traslasierra, Córdoba, quienes desde lugares ideológicos muy distintos se ven transformados para siempre por la Guerra de Malvinas. A 35 años de la guerra que marcó a todos los argentinos, el film pretende sensibilizar sobre la figura y las vivencias de los héroes, para quienes las consecuencias del combate nunca terminaron y quienes aún esperan respuestas desde todos los ámbitos de la sociedad.

Hugo Sánchez se reunió con su director, Rodrigo Fernández Engler, para conocer los detalles del largometraje que se estrena en las salas de todo el país el próximo 6 de abril, en el marco de la semana de Malvinas.

«La película está basada en hechos reales, y cuenta las vivencias de un subteniente muy joven, al mando de una patrulla de soldados que tiene como misión dar un alerta temprano de un posible desembarco británico, y a partir de eso le van sucediendo un montón de cosas», explicó el director.

La historia también retoma «la leyenda del soldado Pedro», que habla sobre un conscripto que combate heroicamente en la última noche de la batalla en Malvinas, que da origen a esta mito popular.

En palabras de Rodrigo Fernández Engler, Soldado Argentino sólo conocido por Dios, «tiene como objetivo rendir homenaje y reconocimiento a los caídos y veteranos de guerra»

Rodrigo Fernández Engler junto a Juan Belart, Fabio Junco, Julio Midú, Santiago Tito, Mauricio Fernández Funes y Gabriel Sagarribay

PDN: Sos un Joven director que no vivió el conflicto en carne propia. ¿Cual es tu interés en el tema?

RFE: En 1982 yo tenía un año, así que no lo viví, y siempre aclaro que no tengo ningún familiar que haya estado en las Islas. Mi interés surge como el de un argentino más, al que le gusta mucho la historia, en particular la de nuestro país, que es muy particular al cual amo mucho. Y en particular el tema de Malvinas siento que en estos 35 años se maltrató el tema, y sobre todo al veterano de guerra. Hubo un proceso de desmalvinización en la posguerra y eso generó muchísimos problemas entre ese grupo, donde hubo un altísimo nivel de suicidio. En las oportunidades que se trató el tema en el cine, que fue en dos o tres películas, siempre se puso la lupa en lo mismo, nosotros humildemente tratamos de contar otra faceta de lo que fue la guerra, centrándonos más en el combatiente, y en la persona; que es lo único que se puede rescatar de una tragedia de esta naturaleza.

PDN: ¿Cuales fueron tus influencias a la hora de retratar un conflicto armado, centrado especialmente en la historia de estos tres personajes, que en definitiva resumen la historia de tantos combatientes anónimos?

RFE: Debo reconocer que soy un admirador del cine bélico norteamericano, ellos son los mejores en la temática, claramente son los mejores y hay muchas películas célebres tomé como referencia; «La Delgada Línea Roja, «Rescatando al Soldado Ryan», «Enemigo al acecho», entre otras. Creo que no hay específicamente una. Llevo años viendo cine bélico y eso me fue nutriendo un poco de todas. Pero tampoco quisimos poner el foco específicamente en una sino tratar de despojarnos y lograr una visión y una mirada muy propia sobre este tema. Además, Malvinas fue una guerra breve pero intensa. Una guerra que no se esperaba y muy distinta a las demás, como lo es cada guerra.

PDN: ¿Como hiciste para escapar del típico estereotipo del bueno y del malo para plantear la historia que querías contar?

RFE: Nosotros simplemente contamos historias de seres humanos, que en muchos casos ocasionalmente vistieron el uniforme militar. Porque un suboficial se entiende que se prepara para ir a la guerra, elige ese camino. En cambio el soldado conscripto, no. En aquel momento, les tocaba ocasionalmente, por un tiempo, vestir el uniforme militar.

Y si bien en Soldado Argentino aparecen oficiales británicos y soldados ingleses, no quisimos decir esto es blanco, esto es negro; estos son los buenos, estos son los malos. No era ese el espíritu, no era esa la idea que nosotros buscábamos, sino que todo nos centramos en las vivencias que tuvieron los soldados argentinos; y los malos entre comillas, en este caso son solo parte de la escenografía.

PDN: ¿Como crees que va a ser interpretada esta pelicula, sobre todo porque esta temática sigue siendo considerada «maldita» en lo que hace a la ficción y al cine argentino?

RFE: Yo creo que de acá a un par de décadas todos nosotros vamos a estar muertos, y las obras son las que nos sobreviven. Por ejemplo, yo soy papá de un bebé de 2 meses, no me imagino cómo la verá él de acá a 20 o 25 años. Mi esperanza es que vean esta película como la que retrata una parte de nuestra historia, aunque poco tiene que ver con los 74 días bélicos, sino que tiene que ver con el pasado y con el futuro de Malvinas. Las películas son obras que quedan, registro que nos sobreviven a los realizadores y esperemos que está película quede guardada en el colectivo de los argentinos como un testimonio, y también como una película que tiene otra visión sobre un mismo conflicto.

El equipo que co-produjo la película se propuso reinsertar a los héroes de Malvinas en el debate público y subrayar la imperiosa necesidad de atender al colectivo social vulnerable que integran al cumplirse 35 años del conflicto.

Meses antes de su estreno, la película ganó varios reconocimientos, entre los que se destacan el primer puesto en la Sección Panorama de Cine Argentino en el 31° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata; el triunfo en la Sección Oficial Contemporánea Premio Malvinas en el 31° Festival del Cinema Latino Americano de Trieste, Italia; la distinción honorífica en el 25° Festival Internacional de Cine de Paraguay; y fue seleccionada por el INCAA para participar de la 20ª edición del Festival de Málaga, España.

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