Ponete la camiseta del BAUEN, exclaman los 130 trabajadores que administran el hotel organizados en cooperativa y que mantienen una larga lucha por la continuidad de la cooperativa que administra el emblemático hotel porteño.

En diciembre pasado, luego de un derrotero de 14 años se logró que el Senado de la Nación aprobase por 39 votos afirmativos y 7 negativos, la expropiación del edificio, que ya contaba con media sanción de la Cámara baja, desde noviembre de 2015.

Con esta ley, los trabajadores podían seguir manteniendo la cooperativa que recuperó el hotel tras la crisis de 2001 y mantener los 130 puestos de trabajo.

Ellos mismos habían lanzado una campaña frente al fin de las sesiones ordinarias de 2016 para intentar que la iniciativa se aprobase contra reloj. Para esto, habían enviado una carta al Senado y abierto una petición en la plataforma Change.org, que en pocos días reunió miles de firmas.

Sin embargo, sobre el final del 2016, antes de viajar a Villa La Angostura, con su familia a disfrutar de su buena vida, Mauricio Macri puso fin al sueño de las 130 familias que viven de ese hotel. El presidente vetó la ley sancionada por el senado y dio por tierra con una larga lucha por la supervivencia de la cooperativa.

En la actualidad el Bauen organiza acciones solidarias como presentaciones literarias, proyecciones de cine y obras de teatro a la gorra. Ademas destinan 36 habitaciones para alojar a personas que lo necesitan por distintas circunstancias, como por ejemplo venir a la Ciudad a cumplir con algún tratamiento médico complejo.

Lejos de bajar los brazos, las mujeres y hombres que todos los días ponen en marcha el hotel buscan enfrentar el veto en el Congreso. Necesitan que se apruebe una resolución en cuatro comisiones para rechazar el veto presidencial que sentencia la subsistencia la familia del Bauen.

 

 

 

 

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