El presidente Mauricio Macri cerró la 22 Conferencia Industrial organizada por la UIA

No son días sencillos para el Gobierno en materia de comunicación. Mientras se hizo viral en los medios digitales la patética respuesta de Macri a la preguta de cómo recuperar consumo y la inentendible catarata de “no sé” en boca de Prat Gay, ahora se sumaron más traspiés.

Primero en la conferencia con los empresarios, el Presidente afirmo que «hay que decir, aparte de ese diagnóstico que todos sabemos, qué vamos a recortar. Esa es la discusión que comienza en 2017».

Con mucha tranquilidad y con un auditorio amigable para los intereses de recorte y flexibilización laboral, Macri no tuvo empacho en reconocer por dónde viene la discusión para el Gobierno en 2017.

Pero también marcó un tremendo cambio en la discusión sobre la integración al mundo que sostiene desde la campaña. Mientras uno de sus ejes era volver a insertar a Argentina en el mundo, ahora el mandatario sostuvo que «necesitamos fortaleza interior, necesitamos no estar sujetos a los cambios que sucedan en el mundo».

El cambio y el tambaleo discursivo se debe, sin dudas, al fracaso que manifestó desde su llegada a la Casa Rosada de las nuevas y famosas inversiones que supuestamente iban a recuperar la economía.

El colmo del cinismo llegó cuando sostuvo que hay que «defender los trabajos y crear nuevos, con coraje, porque somos gente que queremos crear trabajo». Mientras desde el Ministerio de Modernización preparan una nueva ola de despidos en los primeros días de 2017.

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