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El primer semestre del nuevo gobierno ha sido realmente un período duro para la sociedad en su conjunto. Los cambios en materia económica han obligado al 70 por ciento de la población a modificar su estilo de vida. La eliminación de gastos en salidas recreativas, ocio y esparcimiento fueron los primeros, luego llegó una etapa aún más restrictiva que involucró el paso a segundas marcas en alimentos. La economía macrista pegó fuerte en todos los estratos sociales.

Siete de cada diez argentinos modificaron sus hábitos de consumo por el incremento del costo de vida en el primer semestre del año, de acuerdo con datos del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM).


«la devaluación y su consecuencia en los productos de la canasta básica generó una caída en el consumo que se reflejó más en indumentaria y electrodomésticos pero también en los alimentos»


«Hemos percibido cambios de hábitos en los consumidores. En el primer semestre de este año, 7 de cada 10 personas realizaron algún tipo de cambio de hábito, como el traslado a segundas marcas, caída de ventas de gaseosas de primeras marcas que fueron sustituidas por jugos para diluir y aumento en ventas de pastas secas», explicó el titular del instituto, Miguel Calvete.

En ese sentido, señaló que «a partir del primer trimestre de este año con la devaluación y su consecuencia en los productos de la canasta básica se generó una caída en el consumo que se reflejó más en indumentaria y electrodomésticos pero también en los alimentos».
Calvete consideró que «el sistema de precios claros ha dado mucho resultado, más de 35.000 consultas diarias, y ha generado en ese comparativo de precios, una competencia que tiende a la baja».

Asimismo, dijo que «la geolocalización de cada punto de venta implica también una variedad en el precio, por lo cual es importante otra de las medidas del Gobierno que es la regionalización e introducción de empresas pymes al mercado».

«Se trata de generar nueva oferta y nuevos proveedores para evitar la hiperconcentración. Más de 70% de lo que se consume lo producen 30 grandes compañías y el otro 30% más de 12.000 pymes», concluyó.

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