A apenas dos semanas de asumir, el presidente Mauricio Macri estableció una forma de gobierno: el autoritarismo. El jefe de Estado decidió apelar a los DBU para ejecutar medidas polémicas y antipopulares. La última escandalosa resolución la emitió ayer al intentar modificar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual a través de un DNU, disponiendo la disolución de la AFSCA y la AFTIC y la creación de un nuevo organismo (el ENACOM), que reúne las facultades de ambos.

Apenas unas horas más tarde, el juez Luis Arias anuló las medidas que afectaron el normal funcionamiento de  la AFSCA (ver páginas 2 y 3). Las críticas contra el mandatario no se hicieron esperar.

Agustín Rossi, diputado por el Parlasur, dijo: «Macri no puede seguir gobernando mediante  DNU». Acto seguido, aseguró que «las medidas que tomó favorecen a los más poderosos y restringe  la democracia argentina. Pareciera que para Cambiemos el Congreso de la Nación no existe».

Respecto a la Ley de Medios, el ex jefe de la bancada de Diputados del FPV recordó que la LSCA «es de la democracia y tiene un espíritu fundamentalmente antimonopólico». Con sus decisiones arbitrarias, Macri «tira por la borda muchísimos años de construcción colectiva de una ley que  ha sido uno de los principales logros de estos 30 años de democracia».

«¿Cuál es la necesidad y la urgencia?», se preguntó el diputado Carlos Heller en referencia a los decretos que afectaron al AFSCA y a la AFTIC. «La urgencia es devolver favores a los grupos empresarios monopólicos que los ayudaron a ganar las elecciones», contestó. «Quieren controlar los sistemas de comunicación. Son autoritarios y antidemocráticos», completó.

El socialista Jorge Rivas también se manifestó sobre la forma en que está gobernando Macri: es «un atropello, es totalmente ilegal». «Aunque es elemental, vale la pena aclararlo: una ley sólo puede ser reformada por otra ley posterior, de modo que si Mauricio Macri pretende modificar la llamada Ley de Medios, debe enviar un proyecto de reforma al Congreso», explicó el referente de los Socialistas para la Victoria.

El titular de la bancada del FPV en el Senado, Miguel Pichetto, calificó como una «estupidez» llevar adelante una «oposición salvaje» hacia el gobierno, al tiempo que instó a «recuperar la política y el diálogo» porque «no se puede gobernar por la vía de la excepción permanente».

Por su parte, el legislador porteño de Nuevo Encuentro-FPV, José Cruz Campagnoli, señaló que la avanzada sobre la autoridad de aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual  «es un capítulo más del brutal avasallamiento institucional a través del cual el macrismo va desmontando las conquistas sociales alcanzadas durante los últimos 12 años».

Para el legislador, con sus intentos de modificar la Ley de Medios «el nuevo oficialismo paga una cuota más de su deuda con Magnetto» y «avanza en su plan de retirar al Estado de la regulación del sector de las comunicaciones». «Va sembrando el terreno para una intensificación de la concentración mediática».

Campagnoli alertó sobre un «blindaje comunicacional» a favor de Macri que permitirá «invisibilizar el programa de ajuste que el gobierno está llevando adelante».

Y concluyó: «En este marco, no deja de resultar llamativo que los funcionarios justifiquen estos atropellos con la idea de que están promoviendo la unión de los argentinos. Más bien, su torpe insistencia en este concepto y el paquete de medidas que están implementando ponen en evidencia que, en realidad, el macrismo no venía por la unidad de los argentinos, venía por la revancha de las corporaciones».

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