Pese a las últimas publicaciones de algunos de los medios más importantes del país, que replican informes de la Iglesia y la UCA, lo cierto es que los índices de pobreza e indigencia son cada vez menores en Argentina y América Latina, según los últimos informes de la FAO, la CEPAL y el Banco Mundial.

Diferentes informes de organismos internacionales destacaron la baja de la pobreza y la indigencia en la Argentina como consecuencia de las políticas de empleo e inclusión social desarrolladas los últimos años.

Entre los organismos que midieron la caída de estos flagelos en el país se encuentran la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la FAO, y el Banco Mundial (BM), quienes estudian periódicamente las causas y consecuencias de estos problemas mundiales.

Los estudios difundidos y las declaraciones de sus representantes fueron apareciendo desde principios de año, en forma casi mensual, y marcaron que tanto la pobreza como la indigencia disminuyeron en la Argentina gracias a políticas específicas, de generación de empleo e inclusión social.

La CEPAL definió directamente a la Argentina como el país con «menor pobreza de América Latina».

En su informe destaca que la pobreza «bajó a 4,3% en 2012, desde el 5,7% que había medido en el 2011».

Agrega que «es el país que registra el menor índice de la población con necesidades insatisfechas de América Latina» y ubica detrás a Uruguay, con un 5,9%; mientras que en tercer y cuarto lugar cita a Costa Rica, y Brasil, con un 17,8% y 18,6% respectivamente.

Los organismos aludieron en cada estudio, a la «fortísima política de inclusión social que revirtió la tendencia del periodo anterior y permitió reducciones de estos flagelos».

A nivel nacional, el Instituto de Estadísticas y Censos (INDEC) tiene datos publicados donde se observa que «mientras en el primer semestre de 2003, el 54% de las personas se encontraba debajo de la línea de pobreza, en igual semestre de 2013, se registró un 4,7%, marcando una disminución del 91%», aunque desde entonces no ha vuelto a publicar estos índices.

En cuanto al porcentaje de personas por debajo de la línea de indigencia, durante «el primer semestre de 2003 la indigencia alcanzaba al 27,7%, mientras que en el primer semestre de este año abarcó al 1,4% de las personas», registran los números.

Esto significó una caída del 95% entre los semestres considerados. Es decir que mientras en 2003 el 20,4% de los hogares era indigente, en la primera mitad del año 2013 sólo el 1,9% lo es.

Pero a nivel internacional el Banco Mundial también reconoció esta situación, ya que en febrero de este año publicó en su informe Social Gains in The Balance (“Las  mejoras sociales en balanza”), un repaso con distintos datos que concluyen en una reducción de la pobreza y la desigualdad en América Latina a lo largo de la última década.

Puntualmente, sobre nuestro país dice: «La región del Cono Sur –la Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay– continuó a la cabeza de la reducción de la pobreza en la región en 2012, mientras que la cantidad de pobres se mantuvo relativamente sin cambios en América Central y México”.

“La reducción de la pobreza fue acompañada por un fuerte crecimiento de ingresos del 40% más pobre de la población, indicador del BM para medir la prosperidad común”, apuntó la entidad en el estudio, acompañado con un gráfico que muestra a la Argentina como el país cuyo 40% más pobre incrementó sus ingresos en mayor medida.

Un mes más tarde, precisamente el 27 de marzo de este año, en el informe «Hambre cero, Panorama de la Seguridad
Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2013, la FAO valoró los avances de los países de la región en un segmento denominado “los Objetivos del Milenio”.

Este documento revela que para el período 2011-13 la “prevalecencia de subalimentación” en Argentina fue menor al 5%, por lo que la FAO reconoce que se “ha erradicado ese flagelo” y la Argentina se encuentra dentro de los países que “han alcanzado la meta de hambre cero de acuerdo al indicador de la FAO”.

En esta línea se destaca a México, Uruguay y Argentina porque “han logrado prácticamente erradicar la extrema pobreza”.

En este sentido, dentro del capítulo “los programas de transferencia condicionadas (PTC) y su rol en el combate a la pobreza y el hambre en la región”, el informe destaca que la AUH  permite “esquemas de transferencias, en especial atención al adecuado desarrollo y término del embarazo, la lactancia y los controles de post natal”.

Más reciente, el presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, destacó frente a la Organización de los Estados Americanos (OEA) los logros de América Latina en este sentido y advirtió que “los avances sociales de la última década están en juego”.

En contraposición al FMI que exige ajustes, el BM señaló el rol de la política fiscal y afirmó que “aún queda espacio para utilizar la política fiscal y promover una sociedad más equitativa”.

Jim Yong Kim, en su discurso “América Latina y el Caribe: Preparándose para el próximo gran desafío” remarcó la reducción de pobreza, la inclusión, y el crecimiento de la clase media:

“En la última década, América Latina y el Caribe avanzó enormemente en términos de reducción de la pobreza e impulso de una prosperidad compartida. La pobreza descendió a la mitad, hasta el 12,3 por ciento. La clase media —actualmente el 34 por ciento de la población —está creciendo».

«Por otra parte, la desigualdad en América Latina —históricamente la más alta del mundo— descendió, aun cuando ha crecido en casi todo el mundo. Por primera vez, el número de personas de clase media supera el número de aquellos que viven en la pobreza», finalizó el presidente del Grupo del BM.

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